LA ARTICULACIÓN


Una buena articulación puede lograrse mediante la práctica de ejercicios tendientes a lograr un dominio, cada vez más perfecto, de los músculos del aparato vocal que influyen en los movimientos necesarios para la articulación de las letras. En consecuencia, es indispensable controlar a voluntad, la flexibilidad labial para facilitar y mejorar la articulación. Realicemos los siguientes ejercicios:
  1. Contráiganse los labios, redondeándolos como para silbar, y distiéndase horizontalmente, hasta el máximo. Repítalo varias veces.
  2. Afírmense los labios, redondeándolos o comprimiéndolos entre si, para abrirlos seguidamente en forma brusca. Repítase.
  3. Ejecútese el ejercicio anterior, pronunciando, al abrir los labios, las consonantes explosivas “P” Y “B”, indistintamente.
  4. Imitar a los animales que soplan o resoplan entre dientes. Imitar por ejemplo, el resoplido del caballo.
  5. Con los dientes apretados entre sí, lea cada vez en voz más alta, tratando de que se entienda el texto leído.

Ejercicios que tienden igualmente a facilitar y mejorar la articulación:

  1. Repetir varias veces una frase, mientras se sostiene transversalmente un lapicero ó un lápiz en la boca, pasándolo por debajo de la lengua.
  2. Leer durante cinco a diez minutos diarios, un fragmento de texto, en forma lenta, silabeando y exagerando la articulación de tal manera que luzca como si estuviésemos masticando. Debe forzarse la articulación, sin tomar en cuenta las muecas que se hagan. El ejercicio tiene dos fases: Lectura con emisión de sonido Y Lectura sin emisión de sonido.
  3. Pronunciar muy lentamente ARTICULANDO HASTA LA EXAGERACIÓN, algunos trabalenguas, pasando de uno al otro cuando se sepa de memoria. Cuando se repite mecánicamente se pierde el efecto buscado. …Cuando este ejercicio se hace precipitadamente resulta más perjudicial que beneficioso.
  4. Leer o improvisar delante de un espejo, observando con atención las distintas contracciones faciales y posiciones de los labios en las articulaciones.

Ejercicios propios para perfeccionar la agilidad y flexibilidad de la lengua:

  1. Abrir la boca al máximo y sacar la lengua moviéndola en rotación de manera que la punta roce continuamente los labios.
  2. Abrir la boca al máximo. Practicar un amplio movimiento de rotación con la lengua dentro de la boca. Cerrar bruscamente la mandíbula.
  3. Relajar los músculos de la lengua y tratar de imitar el sonido “lerelerelere”. Este se produce cuando la lengua bate los labios.
  4. Sacar la lengua y alargarla al máximo, tratar de tocar con la punta de la lengua, la punta de la nariz.
Recordemos que estos son algunos de los ejercicios que podemos realizar, por lo que al consultar otros textos podrá hallar una variedad que complementen los señalados.

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