LIDERAZGO

Para poder liderizar eficientemente y de una manera positiva, el líder debe comprender primeramente la naturaleza humana. Debe darle mucha importancia a la gente.

¿Cómo piensa la gente? ¿Cuáles son sus características principales? ¿Cómo funciona su sistema de creencias? ¿Cómo es su "mapa"? ¿Cuáles son sus necesidades? ¿A que estimulo responde?

Primero que nada es imprescindible entender que el ser humano comprende un sistema formado de varios elementos o dimensiones:

1. La dimensión física (el cuerpo)
2. La dimensión emocional ( los sentimientos)
3. La dimensión mental (los pensamientos)

Estas tres dimensiones están estrechamente interrelacionadas entre sí por lo que su influencia de una con respecto a otra es directa. Por ejemplo, nuestro estado físico influye decisivamente sobre nuestro estado emocional y viceversa.

Si estamos deprimidos por un tiempo relativamente largo, nuestras defensas físicas se debilitan (El sistema inmunológico) y así estamos expuestos con más facilidad a contraer enfermedades. De igual forma, cuando estamos enfermos, nuestros pensamientos tienden a ser negativos. Sin embargo, cuando estos son positivos, nuestros sentimientos toman un carácter alegre y nuestra resistencia física se fortalece. De esta forma, podemos entender porque durante una enfermedad si nos proponemos pensar positivamente, nuestro estado mental puede ayudar a curarnos más rápidamente. Pero también entendemos porque un cuerpo sano y fuerte, nos ayuda a mantener estabilidad emocional y una alta capacidad mental con excelente concentración y memoria.

Por otra parte, nuestra vida social y espiritual reviste una gran importancia por cuanto también tiene una gran influencia tanto sobre nuestro estado físico como el emocional y mental. En fin, el líder debe estar consciente de que por un lado, su capacidad de crear bienestar y calidad en su vida personal influye sobre su capacidad de liderizar, y por otro lado, que sus supervisados, deben tener sus necesidades suficientemente satisfechas para poder mantener su salud y bienestar. Toda la organización debe estar enfocada en el desarrollo del máximo bienestar individual y grupal porque sin ello no existe motivación ni eficiencia ni calidad.